top of page
Crónicas de la Habana Hundida
Erick J. Mota
La frescura de la prosa, combinada con la utilización de elementos hard, el humor sin excesos, el delineamiento de personajes eficaces para la historia y sobre todo la sinceridad (y esto puede ser considerado un concepto muy subjetivo y nada profesional para evaluar un texto, pero en mi opinión esencial para captar al lector) con que se urden sus narraciones, podrían hacerlo una voz muy auténtica e imprescindible para la literatura hispanohablante en la revitalización y acercamiento propio a este género tradicionalmente anglosajón.
Anabel Enriquez Piñeiro.
Parecido a un rompecabezas, donde cada una de las piezas se propone y se tienta hasta ocupar definitivamente su lugar, asistimos a la conformación de un pequeño universo a partir de estos cinco relatos que expanden su interés por entre las habilidades, convenciones y requerimientos de varias corrientes bien asentadas en los dominios de la ciencia ficción. Desde el Space Opera hasta la Distopía, pasando por el Cyberpunk y con énfasis en las repercusiones humanas más que en la naturaleza de los propios asuntos asumidos, el conjunto respira en un clima que intenta desligarse de algunas de las pautas establecidas por los grandes y tradicionales cultores del género, léase “de occidente”, buscando al mismo tiempo recuperar el diálogo con alternativas de otras latitudes, no sin arraigo a nuestro medio y, por encima de todo, el interés en agenciarse un referente mucho más cercano pero sin conceder a localismos.
"Las cosas ya no son como eran antes": La Habana tiene futuro, uno sorprendente si se mira a través de los ojos del escritor cubano Erick J. Mota. Un libro ameno que le hará reír y quizás llorar en ocasiones, pero sobre todo lo mantendrá absorto, sumergido en las aguas de esta nueva Venecia caribeña. Esta novela cubana que promete convertirse en un clásico del género de ciencia ficción, ganó el premio chileno literario TauZero de novela corta 2008.
Siete cuentos ambientados en un universo que toma como centro una Habana donde el Vedado, Centro-Habana y Habana Vieja forman parte de un lago interior limitado con el mar por el gigantesco muro del malecón, y recibe el nombre de Underguater. Una sociedad controlada por corpora-ciones religiosas, babalawos, santeros, abakuás y sicópatas de la Fundación Charles Manson. Una Habana separada del resto de la isla, con balseros que provienen de la Florida y la eterna vigilancia de los Estados Soviéticos del Espacio que amena-zan todo el tiempo con dejar caer las bombas atómicas desde sus satélites. Siete historias donde la vida de los protagonista vale poco, lo mismo si se trata de un alto oficial de la Fuerza Unida de La Habana Autónoma (FULHA), un emigrante ex spetznaz entrenado en Siberia, un hombre de negocios que regresa a su viejo barrio o un joven que se divierte volando jet-pack armados con piezas recicladas que reciben el nombre de "rikimbilis". Todos ellos tienen un denominador común. La ciudad de La Habana Autónoma. Terreno de nadie amado por todos y abrazado por el mar.
En una línea temporal donde la guerra fría tuvo un resultado que llevó a Norteamérica al tercer mundo y a la URSS a vivir en el espacio, La Habana continúa en el mismo sitio frente al mar. Con una revolución ya olvidada y abandonada a su suerte por los rusos, con crisis de balseros provenientes de los antiguos Estados Unidos y un lago interior, en medio de la ciudad, que recibe el nombre de Underguater. La ciudad se debate entre aseres, hackers, asesinos de la fundación Charles Manson, ejecutores abakuás, piratas que buscan el oro de los rusos y sol-dados de la Fuerza Unida de La Habana Autónoma (FULHA). Muchos escogen el sueño soviético y hacen largas colas para subir a un cohete y despegar hacia las plataformas orbitales rusas, otros viajan a la tumba del Santo Guerrillero en Santa Clara Autónoma o prueban suerte conectados todo el tiempo a la Red Global, la tierra donde viven los Orishas. Pero en su gran mayoría, todos luchan día a día por sobrevivir y garantizar un día más.
Novela en dos partes que aborda las peripecias de Juan Tomás Kirk y algunos de sus pocos conocidos, estudiantes como él de la Academia Estelar Geminorum-Alpha. Space opera narrada en el mejor estilo cubano y donde el ya clásico antihéroe, firma indiscutible de su autor, torpe, improvisado y medio lerdo en ocaciones, se aventura en dos viajes galácticos: uno tras los secuestradores de un teniente de la Patrulla de los Mundos, que empeñó hasta su propio cuerpo para cubrir las apuestas de un juego. y el otro, asalariado de un negocio ilegal y a bordo de una nave desastrosa para deshacerse de una carga de sustancias radiactivas en territorio de nadie.
Tercera entrega de la saga de Kay y Kirk, que comenzara con Bajo Presión e Historias del cosmos salvaje. Como sus predecesoras, narra nuevas peripecias de J.T. Kirk y Kay Hunter a través de cuatro relatos plenos de aventuras espaciales salpicadas de humor e hintertextualidad; que aportan insospechados conflictos, encuentros con nuevos y viejos conocidos en territorios ignotos del monumental universo recreado por su autor. A medida que avanzan las páginas, sus protagonistas, el eterno binomio, pasan de ser estudiantes de academia a desertores a bordo de una nave exploradora que nos promete un sinfín de aventuras.
La más reciente literatura cubana, con las excepciones de rigor, está llena de lloriqueos, presunción, nostalgia pestilente, miedo, oportunismo, retórica seudolezamiana, remedos de Piñera o Arenas o loas de baja estofa al totalitarismo castrista. Pero Ojos de cesio radiactivo es otra cosa, un libro fresco, divertido, del que brota una Habana futurista y violenta poblada de personajes desalmados y tiernos: gente inmune al horror y siempre dispuesta a desenfundar un arma en nombre de la vida. La Habana post-apocalíptica e inundada que encontré en este libro es uno de los logros más originales de la literatura cubana de los últimos tiempos.
Juan Abreu.
Por primera vez un escritor cubano convierte los sucesos políticos que han sacudido la isla durante los últimos sesenta años en una fábula ucrónica. El país se desdibuja al paso de eventos que pudieron ser otros y que por no por supuestos, parecen menos reales.
¿Cómo habría lucido La Habana hoy, si Fidel Castro no hubiese llegado al poder en 1959? ¿Somos capaces de imaginar Cuba tras una guerra atómica, luego de la crisis de los misiles de 1962? ¿Y si el lugar de Fidel Castro hubiese sido tomado por el Che Guevara y en la Plaza de la Revolución, la imagen del primero fuera la que adornara los desfiles y discursos del segundo? Múltiples interrogantes recorren esta magnífica novela, donde, en la medida que avanza su lectura, vemos dibujarse ante nosotros una figura de tiempo, brutal, dañina, y tan creíble como la propia historia que nos ha sucedido.
Presente y pasado conviven en estas páginas. A lo largo de tres historias, reencontramos a sus protagonistas ahora vueltos servidores de causas mayores, desafiando onerosos poderes y peligros inauditos de mundos conocidos y desconocidos. Mientras vuelven los ojos a los días de academia cuando eran felices y despreocupados, cae el pendón de la paz y los señores de la guerra deciden jugar al azar con el destino de los Mundos.
Los humanos, expandidos por el vasto cosmos, han dejado de ser una sola raza para volverse los enemigos de sí mismos.
Cuarta entrega de la saga de Kay y Kirk, iniciada con Bajo Presión, premio La Edad de Oro 2007; Historias del cosmos salvaje, 2014 y Memorias del cosmos cercano, 2016.
bottom of page